Tarifas por usar las autovías

5 de noviembre de 2021 0

Hace pocas semanas, Raquel Sánchez, ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, compareció ante los medios y anunció que están trabajando en un sistema de tarificación para las autovías.

Esta medida llega poco después de la liberación de peajes de algunas autopistas repartidas por todo el territorio nacional, como son la AP-1 (Armiñán-Burgos), AP-2 (Zaragoza-El Vendrell), AP-4 (Sevilla-Cádiz) y algunos tramos de la AP-7 (concretamente desde Alicante hasta Tarragona, si bien desde el 1 de septiembre también se han liberado los tramos entre Tarragona y La Jonquera, y entre Montmeló y el Papiol.

El gobierno ha evitado a toda costa hablar de peajes y ha optado por hablar de sistema de tarificación. Ha justificado la necesidad de tomar esta medida para poder garantizar la conservación de este tipo de vías y cumplir con el compromiso de recaudación con Bruselas.

¿Qué sistemas de tarificación se usan en otros países?

La medida ha sentado como un jarro de agua fría en el sector del transporte. Aunque el sistema de tarificación se someterá a debate con los agentes sociales y del transporte, estos últimos se sienten decepcionados porque, por ahora, las negociaciones han servido de poco.

Todavía no se sabe cuándo (en algún momento entre finales de 2023 y 2025) ni de qué forma se tarificará el uso de las vías rápidas, ni si habrá exenciones para determinados sectores o segmentos de población o dependiendo del tipo de vehículo. Por el momento solo se tiene la opción de mirar hacia otros países en los que se aplican medidas similares y de las que, probablemente, se extraerán ideas para el modelo que se termine adoptando en España.

Tarifas por usar las autovías

Países como Suiza, Austria, Bulgaria, Hungría, Rumanía, Eslovenia o Eslovaquia, utilizan un sistema conocido como viñeta. Se trata de un pago único, una especie de tarifa plana que se aplica independientemente del número de trayectos o de la distancia recorrida. Puede tener varias periodicidades, ya sea anual, trimestral, mensual, semanal o incluso por días o fines de semana.

Este sistema se controla mediante cámaras. La tarifa contratada se asocia a la matrícula del vehículo y con las cámaras es posible detectar si un usuario tiene la tarifa en vigor. No requeriría una gran inversión, ya que en España ya disponemos de una red de cámaras calibradas para detectar infracciones de tráfico.

Por lo que respecta al precio, las horquillas son muy amplias. En tarifas anuales, que evidentemente son las más económicas, los precios oscilan desde unos 40 euros que se paga actualmente en Suiza, a los 130 euros que se paga en Hungría. 

La otra posibilidad es el pago por kilómetro. Es el sistema que se utiliza en Portugal. Es un método más directo que grava las distancias recorridas, por tanto, supone un mayor gasto a quien más use la vía. En esta ocasión, las distancias serían controladas por pórticos sin necesidad de detenerse en las clásicas barreras del peaje, de manera que al leer la matrícula llegaría un cargo a la cuenta bancaria que esté asociada.

Por el momento, el gobierno no ha establecido un intervalo de precios para esta modalidad, simplemente ha hablado de pagos simbólicos. Se especula con que podríamos estar hablando de entre 1 y 4 céntimos por kilómetro.

A pesar de la polémica desatada con este comunicado, algunos actores se han mostrado a favor de adoptar las medidas pertinentes. En su última auditoría bienal, la Asociación Española de la Carretera ha esclarecido que de los 100.000 kilómetros de vías revisadas (de los 165.000 kilómetros que constituyen la red viaria española), el 10% presenta deterioros graves, cifrando el déficit de mantenimiento en unos 7.500 millones de euros.

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Sergio Tortosa Ibañez
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