Las cinco mejores prácticas de transporte de mercancías aprendidas durante la pandemia
La ejecución de la cadena de suministro se ha vuelto significativamente más difícil a medida que más empresas tienen bases internas de proveedores y clientes. Con eso, no es de extrañar que la fragilidad de las redes logísticas y los flujos de capacidad se hayan puesto de relieve con el COVID-19.
La globalización de la cadena de suministro expone a las empresas a más incertidumbre, más riesgos y más cambios. El año 2020 complicó esto aún más debido a la respuesta a la pandemia mundial. La gestión de la logística de la cadena de suministro, y más específicamente el transporte, siempre se ha medido por la capacidad de contener los costos. Cada vez más, el enfoque en el envío rentable se ve superado por una mayor conciencia del valor competitivo y de retención de clientes que ofrecen los servicios de transporte más rápidos y confiables.
Equilibrar los objetivos opuestos para una mayor velocidad y contención de costos es difícil con los enfoques tradicionales de la gestión del transporte, y esos desafíos se pusieron de manifiesto durante el año pasado. A continuación, presentamos cinco de las mejores prácticas para las principales cadenas de suministro que se preocupan por la interrupción del transporte de mercancías global, el aumento vertiginoso del gasto en transporte y la disminución de los niveles de rendimiento del transportista / proveedor de servicios.
Ganar la última milla se basa en controlar la primera
Para los transportistas, la gestión de los envíos internacionales de contenedores es un proceso complejo, incluso con la ayuda de proveedores de servicios logísticos capacitados. El transporte marítimo es un proceso fragmentado, de múltiples etapas y partes que generalmente carece de visibilidad en un momento dado. Cuanto mayores sean los volúmenes de envío transoceánico y el gasto de flete, más oportunidades habrá para que la empresa elimine los costos, la variabilidad del tiempo de entrega y la incertidumbre de la entrega, en beneficio de los clientes finales y del resultado final.
Con enfoques integrados más interdisciplinarios para los procesos de toma de decisiones de transporte, la recompensa puede ser hasta un 15% de reducciones en el gasto total de flete por encima de las expectativas de referencia. Si bien se producirán aumentos generales de tarifas o un nuevo recargo por combustible obligatorio, identificar y eliminar gastos de transporte ineficaces puede agregar millones a los resultados de la empresa.
Los procesos manuales no ahorran dinero
El 3PL puede introducir gastos no planificados a través de cargos de detención y demora, las partes interesadas internas del remitente pueden tomar decisiones subóptimas para acelerar el flete, y el efecto acumulativo de la gestión manual de envíos internacionales ahora puede sumar miles de dólares más de lo esperado.
El personal dedicado en varias instalaciones globales que persiguen las actualizaciones de envíos de varios transportistas y líneas de barcos de vapor se basa en informes latentes que agregan poco valor y, a menudo, tienen un costo oculto. La auditoría de facturas del transportista es otro proceso que requiere mucho tiempo y que a menudo se subcontrata a un precio significativo para intentar reducir los costos laborales.
Decisiones de envío mal manejadas como excepciones y ajustes del transportista o transportista, seguimiento manual del envío; y la auditoría de facturas de flete se realiza a diario en miles de envíos globales. Sin las capacidades de gestión de la logística global, es un esfuerzo desalentador descubrir el alcance general del gasto excesivo de carga. Pero si no puede medirlo, no puede administrarlo.
El servicio al cliente es más importante que los costos del transporte
Los vendedores se apoyan notoriamente en los departamentos de envío para acelerar los pedidos y cumplir con fechas de entrega irrazonables, superar errores administrativos y retrasos en el papeleo, impresionar a nuevos clientes, ganar acuerdos con la competencia y más. Se ofrecen muchas razones para los servicios de transporte acelerados con a menudo poca responsabilidad de ventas por los impactos negativos en los costos de servicio o los objetivos de margen de beneficio.
La incorporación de nuevos clientes o la entrada a nuevos mercados puede provocar que los operadores no puedan proporcionar los niveles de servicio prometidos o previstos. Esto puede permanecer descubierto hasta que comiencen los flujos de pedidos y surjan las quejas de los clientes, lo que obligará a los departamentos de transporte a trabajar con una solución más cara para retener el negocio o adquirir participación de mercado.
La satisfacción del cliente es primordial en un mercado competitivo, donde tienen muchas oportunidades para satisfacer sus necesidades si su organización no puede satisfacerlas de manera oportuna. Pero sin sistemas para rastrear el impacto en el gasto de las decisiones de envío ad hoc sobre el costo de servicio o el costo de servicio, se arriesga a obtener una rentabilidad comercial continua. Para satisfacer los nuevos imperativos de la experiencia del cliente que brindan los niveles de servicio necesarios, su empresa necesita una plataforma de administración de carga sistematizada que agilice la ejecución mientras captura el rendimiento de la red en tiempo real.
Ingresos por ventas o inventarios ajustados: hay que elegir uno
El rendimiento del inventario se ha convertido en una métrica cada vez más importante para evaluar el rendimiento de muchas empresas que cotizan en bolsa, especialmente los minoristas. Los inversores suelen juzgar a las empresas con un crecimiento de ventas impresionante durante un período determinado porque los niveles de inventario eran más altos que los óptimos percibidos en el mismo período, lo que implica que los costos de mantenimiento redujeron la rentabilidad.
Las interrupciones fundamentales del patrón de envío caracterizaron 2020 (congestión del puerto, salidas en blanco, escasez de contenedores, picos de demanda de paquetes, etc.) y redujeron drásticamente la confianza de los tiempos de entrega del producto y el tiempo de tránsito. Muchas empresas que recortaron prudentemente los pedidos de los proveedores al comienzo de los períodos de bloqueo a nivel nacional encontraron que sus niveles de inventario no estaban preparados para responder cuando la demanda de los consumidores reapareció a mediados de año. El reabastecimiento de inventario aún está por detrás de la creciente demanda, y el envío global está programado para continuar en grandes volúmenes hasta el 2021.
La subcontratación de parte de la logística aumenta la agilidad y reduce el riesgo
Si bien una parte de los transportistas globales prefieren controlar internamente la logística internacional y mantener relaciones estrechas y directas con un conjunto básico de transportistas, los problemas generalizados de capacidad de transportistas de 2020 llevaron a muchos de estos transportistas a contratar también contratos de operación sin embarcaciones (NVO).
Estos «intermediarios de carga» ofrecen acceso a capacidad adicional y diferentes transportistas que los que habían contratado, creando más capacidad de contenedores en mercados estrechos. También ayudan con el almacenamiento de productos del país de origen cuando los envíos no pueden moverse rápidamente desde las puertas de los proveedores, lo que permite a las empresas establecer más posiciones de retención de inventario en el extranjero para mantener a sus proveedores libres de pedidos que no se pueden mover rápidamente al extranjero debido a la escasez de contenedores o desafíos de capacidad de transporte.
Trabajar en estrecha colaboración con los transitarios globales clave en las principales regiones de proveedores puede ofrecer un mayor nivel de garantía y confianza comercial para los propietarios de carga beneficiosos cuando las cadenas de suministro operan en períodos prolongados de confusión e incertidumbre. La exposición de costos adicionales que puede tener la empresa con una mayor subcontratación de logística se puede compensar fácilmente con una mayor seguridad del suministro de productos para mantener las ventas o la fabricación a buen ritmo.
