Europa declara el año 2021, Año Europeo del Ferrocarril
A pesar de lo que se ha escrito en algunos libros, el primer ferrocarril español se puso en funcionamiento el 19 de noviembre de 1837 en Cuba para cubrir el trayecto entre La Habana y Güines, entonces territorios españoles en ultramar.
Unos años más tarde, en 1848, se inauguraría el primer ferrocarril de la Península para unir las localidades de Barcelona y Mataró, y al que le sucederían muy pronto los de Madrid y Aranjuez, Barcelona – Granollers y Xàtiva – Valencia. Desde entonces, el tren, como medio de transporte de personas y mercancías, ha evolucionado en muchos aspectos.
Con el objetivo de promover el tren como medio de transporte sostenible y seguro, la Unión Europea ha declarado este 2021, Año Europeo del Ferrocarril. A lo largo de este año, está previsto que se lleven a cabo diferentes eventos coordinados por la Comisión Europea en los que se pondrán en relieve los desafíos y las oportunidades que ofrece el ferrocarril en la actualidad.
Entre otras cosas, con la declaración del año 2021 como Año Europeo del Ferrocarril, se quiere “promover la inversión en infraestructura moderna y digitalizada, la mejora en el intercambio de datos y la emisión de billetes y también se quiere garantizar la igualdad de condiciones entre los diferentes modos de transporte”, comenta la diputada del Parlamento Europeo Anna Deparnay-Grunenberg.
El tren, la opción más ecológica
En comparación con otros medios de transporte terrestres, el tren es el medio de transporte que presenta un menor índice de siniestralidad. De la misma forma, desde Europa se confirma que el tren es una de las opciones más ecológicas para conectar las principales ciudades, ya que su uso representa tan solo el 0,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero del total de las emisiones que proceden del transporte.
Según informa la Unión Europea, el tren es el único medio de transporte que ha reducido considerablemente sus emisiones desde 1990, “lo que justifica su papel fundamental en el turismo sostenible”.
En su afán por reducir la contaminación y acercarse al objetivo de ser el primer continente que reduzca por completo su huella de carbono de cara a 2050, Europa ha incluido la iniciativa del Año Europeo del Ferrocarril dentro del marco del “Pacto Verde Europeo”, un pacto que engloba un plan de acción para la transición de los países a una economía “verde” o sostenible.
Desde el S. XIX, el ferrocarril ha jugado un papel fundamental en el desarrollo de la industria y los movimientos demográficos de territorios de todo el mundo. Y hoy se enfrenta a varios retos importantes: por un lado, el de recuperar el flujo de viajeros que se registraba antes de la pandemia y que se ha visto fuertemente afectado por las restricciones de movilidad y la caída del turismo; y por otro lado, el de conseguir actualizar las infraestructuras y los modelos de negocio con la inversión necesaria para alcanzar la meta que supone ser una alternativa de movilidad eficiente, sostenible y real.