Etiquetas inteligentes para optimizar la cadena de suministro
En un almacén la organización es clave para optimizar el reparto. Para ello, hace unos años irrumpieron en el mercado un nuevo tipo de etiquetas que funcionan con la tecnología RFID, etiquetas inteligentes que utilizan códigos de barras avanzados y que se caracterizan por su agilidad para llevar a cabo los registros de información más rápido y de forma más fiable.
Las etiquetas inteligentes funcionan a través de radiofrecuencia (RFID), un sistema que consta de tres partes: un chip donde se alberga la información sobre el producto, una antena que transmite esa información y una etiqueta que soporta el chip y la antena. Además, son necesarios los lectores que emiten ondas de radiofrecuencia que activan la lectura de la información que contiene la etiqueta.
A nivel logístico existen muchas más ventajas, sobre todo, en el proceso de automatización de las cargas y las descargas, así como en el transporte de mercancías frágiles o peligrosas. Sin embargo, la principal aplicación a día de hoy se utiliza para hacer inventarios de una forma más fiable y rápida.
Las etiquetas pueden albergar dos tipos de información: la identificación de producto, que contiene el registro de los principales datos del producto como modelo, forma, color, talla, unidades, etc… Y, por otro lado, datos relacionados con la trazabilidad y la producción del producto como número de lote, fecha de consumo preferente o caducidad.
No solo las empresas se benefician de la implantación del RFID, y es que los consumidores finales disfrutan también de algunas ventajas como la mejora de los servicios ofertados o las nuevas aplicaciones desarrolladas en torno a esta tecnología. Empresas líderes del sector de la moda han apostado ya fuertemente por las etiquetas inteligentes, ya que además de reducir el precio de los productos mejoran notablemente la disponibilidad de producto en tienda. Algunas de las grandes compañías reconocen que la tecnología RFID ha contribuido directamente en una mejora de la competitividad e un incremente de las ventas.
Clave en la cadena de suministro
La planta de fabricación es un ámbito especialmente adecuado para los lectores RFID pasivos, ya que los materiales suelen seguir una ruta fija a través de las instalaciones. Las nuevas antenas RFID avanzadas de gran área pueden ampliar el rango de escaneo para el seguimiento de la ubicación de cada activo en tiempo real en el almacén.
En el entorno de fabricación discreta, el inventario suele estar serializado y cada pieza única tiene un lugar dedicado. Con las etiquetas RFID, los directores de producción pueden asegurarse de que los materiales están correctamente secuenciados, de modo que los componentes adecuados llegan a la línea en el momento preciso.
Además, contar con una mayor visibilidad no sólo permite a las organizaciones detectar errores una vez que estos ya han ocurrido, sino que también permite a las empresas prevenir los problemas antes de que se produzcan, evitando posibles fallos de control de calidad.
Por ejemplo, las soluciones RFID ayudan a las tiendas de alimentación, los restaurantes de servicio rápido, los proveedores de alimentos e incluso los hospitales a aumentar drásticamente la visibilidad del inventario, reducir los costes y los residuos. La instalación de lectores RFID pasivos en pasillos, puertas o neveras ofrece un mayor control y visibilidad sin aumentar los costes de mano de obra. La RFID también aumenta la trazabilidad en la cadena de suministro farmacéutica y se integra con las soluciones de control de temperatura para ofrecer información más detallada.