El transporte marítimo dispara su coste

Ignacio
by Ignacio
6 de julio de 2021 0

La pandemia ha tenido muchas consecuencias a nivel global, dejando huella en múltiples sectores. Uno de los más afectados es el transporte marítimo, que está sufriendo una subida en los precios hasta ahora desconocida. Un sector de extrema importancia (aglutina el 90% del comercio mundial) y sin el que sería posible la globalización, pues muchos productos, ya sean recursos básicos o bienes manufacturados, no serían rentables de transportarse por otros medios.

Tal y como apuntábamos anteriormente, la pandemia ha disparado el coste del transporte marítimo hasta hacerlo prácticamente insostenible. A modo de ejemplo, el precio de mover un contenedor de 40 pies (unos 12 metros) se ha disparado, multiplicando por más de 3 veces el coste del transporte en los últimos 12 meses. Según el índice de Shanghái (SCFI), el flete ronda los 2.900 dólares para los contenedores de veinte pies (TEUS), lo que supone casi el triple de los 1.000 dólares registrados en la primera semana de enero de 2020. El contenedor de cuarenta pies, de referencia en EEUU, ronda los 5.200 dólares frente a los 1.800 dólares de principios del año pasado.

De media, el índice que recoge la evolución de los precios de las 10 principales rutas marítimas de transporte (Shanghai-Rotterdam, Shanghai-Génova, Shanghai-Los Angeles, Shanghai-Nueva York y Nueva York-Rotterdam) ha pasado de costar 1.500 dólares hace un año, a llegar a superar los 5.000 en enero. Los 5.340 dólares por contenedor que llegó a alcanzar el índice el pasado 21 de enero es un nuevo máximo histórico desde que se creó y se empezó a seguir en el año 2011. Antes de 2020, el precio más alto que llegó a alcanzar el indicador fue de 2.680 dólares por contenedor, en mayo de 2012.

Lo peor de todo es que las previsiones dentro del sector descartan que se reduzcan los precios en los próximos meses, una medida que ayudó a la recuperación de la economía y el comercio internacional tras la crisis vivida en 2009. De esta manera, los precios llevan unas semanas estabilizados y aunque se espera un descenso tras el Año Nuevo chino (12 de febrero), los precios bajos no retornarán ni a corto ni a medio plazo.

Las causas

En una subida tan drástica de los precios son múltiples los factores que influyen. A continuación vamos a tratar de enumerarlos y explicarlos en detalle.

  • Cuello de botella

El exceso de stock en china provoca un cuello de botella en origen y destino, pues es un material que tiene que se tiene que distribuir y, sin embargo, falta capacidad para ello. Se trata de un denominador común en todas las rutas de transporte marítimo.  

A modo de ejemplo, la escasez de chips semiconductores está generando grandes cuellos de botella en la producción de coches y dispositivos electrónicos, lo que ya está afectando de forma visible a la actividad de la industria en EEUU o Alemania.

  • COVID-19

La pandemia mundial ha provocado una situación inaudita hasta la fecha. La paralización de la economía mundial hizo que todas las empresas distribuidoras redujeran o cancelaran todos sus pedidos. Igualmente, las navieras ya tenían todos los espacios vendidos a sus clientes, por lo que estaban programadas y listas para partir, aunque casi a la mitad de su capacidad.

Eso se tradujo en una auténtica sangría para las navieras, pues tenían que cumplir con sus rutas pero con una carga muy lejos del total de la capacidad. Con tal de recuperar ese chorro de dinero perdido, las navieras están inflando sobremanera los costes hasta poder superar los niveles de facturación pre-covid.

  • Contratos

El hecho de que la pandemia llegase a China antes que a cualquier otro punto del mundo, provocó que el gigante asiático perdiese grandes contratos de cereales y granos en favor de Europa. Una vez el país con capital en Pekín reabrió sus puertas comerciales, se dedicó a hacer rebajas para recuperar clientes que había perdido en los meses anteriores. Para ello, ofreció precios estables durante varios años, cuando lo normal en este tipo de acuerdos es que se cierren por 18 meses.  

Con este modus operandi, se ha ganado muchos contratos a muy largo plazo y a nivel internacional, lo que ha llevado a las empresas chinas a concentrar la capacidad. Esta situación ha provocado que se llegue a pagar a los buques para regresen vacíos, dejando a Europa y América sin espacio para mover mercancías.

  • Comercio electrónico

La fuerte demanda por el comercio online, que en gran parte viene directamente de China, ha subido drásticamente en el último año y medio. La falta de contenedores en el mercado para cubrir toda la demanda ha supuesto un empujón más a las dificultades en la cadena logística, desencadenando un estancamiento del stock en los puertos de origen.

En los contenedores ha pasado lo mismo, ya que ha habido un fuerte aumento de la demanda por el comercio online, que en gran parte viene directamente de China. Todo ello provoca que haya falta de contenedores en el mercado para cubrir toda la demanda y que durante muchos meses las navieras redujeran su capacidad, impactando en el tráfico internacional de mercancías e inflando los precios.

Todas las rutas se encarecen

En los últimos 12 meses, el año en el que el mundo ha tenido que enfrentarse a la pandemia de Covid-19, el precio de mover mercancías en todas las principales rutas marítimas se ha incrementado. Igualmente, es mucho más caro exportar de este a oeste, que de oeste a este, siendo la ruta más cara la que conecta Shanghai con Génova, que ha alcanzado un precio de 7.854 dólares por contenedor, tras subir más de un 296% en los últimos 12 meses.

El segundo trayecto más caro para mover un contenedor es el que va de Shanghai al puerto holandés de Rotterdam, con un precio de 7.608 dólares, una tarifa que se ha incrementado más de un 344% en el último año, el incremento más fuerte que se ha producido en las principales rutas marítimas. La ruta Shanghai-Nueva York tiene un coste de 6.519 dólares por contenedor, casi un 140% más que hace un año, mientras Shanghai-Los Angeles ha alcanzado los 4.184 dólares, con un aumento del 182% en los últimos 12 meses.

En cuanto a las rutas de oeste a este, un viaje de Los Angeles a Shanghai o de Nueva York a Rotterdam cuesta menos de 1.000 dólares por contenedor, y de Rotterdam a Shanghai, 1.490 dólares, muy por debajo de las tarifas que se cobran de este a oeste. Eso sí, el aumento porcentual de los precios en todas estas rutas ha sido de doble dígito en todos los casos.

Posible inflación

De momento, los altos costes y la falta de capacidad han impactado en los tiempos de la industria, que tardan más en recibir los pedidos y se han dilatado los plazos, pero todavía no se ha notado en los precios porque se ha ido absorbiendo el aumento de los precios a la espera de que se normalizara la situación.

Ante esta situación, las empresas están reduciendo márgenes en lugar de incrementar precios. Sin embargo, con la llegada de la recuperación económica, las firmas podrían empezar a trasladar estos costes a los consumidores, aportando su granito de arena a una inflación que podría superar el 2 y el 3% durante este 2021.

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